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jueves, 11 de septiembre de 2008

El Clasicismo

La vida de Moliére

lunes, 8 de septiembre de 2008

El arte Borroco

El barroco no es sólo un concepto artístico, sino también la definición cultural de la época, que se extendió a lo largo del siglo XVII y hasta mediados del siglo XVIII. La desintegración y las dudas surgidas con el motivo de la Reforma en Europa al final del siglo XVI hacen surgir nuevos planteamientos ideológicos que hicieron necesario una renovada cultura que sirviera como instrumento integrador y ofreciera al ser humano un fundamento seguro de existencia. Había desaparecido el universo renacentista único y había sido sustituido por un pluralismo religioso, económico y político. Esta pluralidad hace que, por primera vez, la opinión pública despierte interés en las autoridades religiosas y civiles, que comprometieron el arte en defensa de sus intereses e ideas, para influir en el pueblo. Al barroco se le exige comunicar y persuadir, actuar sobre el ámbito de la gente para consolidar la Contrarreforma y la monarquía absoluta.
Para Argan, el Barroco fue una revolución cultural en nombre de la ideología católica. La Iglesia de Roma para ser un medio de propaganda al servicio de la causa católica, y en el Concilio de Trento se habla de que el artista debe instruir y confirmar al pueblo, recordándole los artículos de la fe, excitándole a adorar y aun a amar a Dios. Para cumplir esta misión, el arte debía poseer fuerza de atracción sobre os sentidos y poder de penetración en el espíritu, es decir, debía ser seductor y didáctico para mostrar el camino de salvación.
Resumiendo un poco, voy a resaltar las ideas más importantes. Pienso que el arte es una habilidad técnica para desarrollar algún trabajo, pero sin embargo, creo que el arte no es sólo eso, sino que también el talento de una persona con respecto a un oficio visual.
Pienso que el término “cultura” se refiere a los conocimientos de una persona, es decir, alguien culto es quien tiene estudios. Se podría decir que el arte está dentro de la cultura si designamos a la cultura como un “todo”, pero pienso que no seria lo correcto. El arte es una habilidad y no un conocimiento, por lo que pienso que son conceptos diferentes, aunque relacionados.
El barroco no es un mero concepto artístico, sino también un movimiento cultural del siglo XVII. Me explico, si definimos arte y cultura como términos diferentes, también podremos decir que el barroco no es sólo un movimiento artístico, sino también cultural, porque esos 2 conceptos son muy relevantes en la época. Es necesario decir, que todo lo que esté relacionado con el barroco, va en torno a la Iglesia, es decir, que los temas, ya sean de dibujos, novelas, canciones, etc., son religiosos.
El Barroco fue una consecuencia de la lucha religiosa que hubo en Europa que tuvo lugar en Europa a causa de la Reforma protestante y la Contrarreforma católica. El enfrentamiento religioso provocó un cambio de mentalidad que afectó a todos los aspectos de la cultura, del arte y de la sociedad.
Significó el triunfo de los sentimientos exaltados. La serenidad y la fe que habían caracterizado en el Renacimiento en el ser humano fueron sustituidas por una visión de la vida más mística, muy influida por la religión, y menos optimista.



Caracteristicas del arte barroco



Entre las características generales del arte barroco están su sentido del movimiento, la energía y la tensión. Fuertes contrastes de luces y sombras realzan los efectos escenográficos de muchos cuadros, esculturas y obras arquitectónicas. Una intensa espiritualidad aparece con frecuencia en las escenas de éxtasis, martirios y apariciones milagrosas. La insinuación de enormes espacios es frecuente en la pintura y escultura barrocas; tanto en el renacimiento como en el barroco, los pintores pretendieron siempre en sus obras la representación correcta del espacio y la perspectiva. El naturalismo es otra característica esencial del arte barroco; las figuras no se representan en los cuadros como simples estereotipos sino de manera individualizada, con su personalidad propia. Los artistas buscaban la representación de los sentimientos interiores, las pasiones y los temperamentos, magníficamente reflejados en los rostros de sus personajes. La intensidad e inmediatez, el individualismo y el detalle del arte barroco hicieron de él uno de los estilos más arraigados del arte occidental.


Pintura


El pintor barroco plasma la realidad tal y como la ve, con sus límites imprecisos, sus formas que salen y entran, los objetos de primer plano intrascendentes, los escorzos y las posturas violentas, y las composiciones diagonales que dan a la obra gran dinamismo.
Se acude a los temas religiosos, escenas de santos, mitológicos, el retrato, tanto el individual como el de grupo, y surge como tema nuevo el bodegón.
No se entiende la pintura barroca sin hacer referencia a dos estéticas diferentes:
• El tenebrismo consiste en el choque violento de la luz contra la sombra. El fondo queda en penumbra, o desaparece, mientras que la escena queda en primer plano.
• El eclecticismo trata de salvar el gusto clásico dentro de la nueva norma. Se trata de una estética decorativa efectista y teatral.


Características de la pintura
La pintura barroca tuvo unas técnicas comunes, pero las obras tienen unas características comunes:
• Se impuso el realismo, representar las cosas tal y como eran, incluso sus rasgos desagradables.
• Se usaron composiciones menos simétricas y personajes y actitudes poco serenas, para dar una mayor mobilidad y fuerza a las representaciones.
• Se utilizaba una técnica llamada claroscuro. Se basaba en generalizaron los fuertes efectos luminosos, es decir, que se mezclaban zonas de sombra con otras de intensa luz.
• Las representaciones tenían gran emotividad y los personajes mostraban los sentimientos muy intensamente.
• La pintura barroca se caracterizaba por los siguientes temas: escenas religiosas, retratos, mitología, escenas cortesanas e imágenes de la vida cotidiana, aunque empiezan a desarrollarse también los paisajes y los bodegones, que también recibe el nombre de “naturaleza muerta”.


Arquitectura
En el barroco la arquitectura va frecuentemente unida al urbanismo. La ciudad se vuelve escenográfica. El palacio es el típico edificio de vivienda urbana para las familias poderosas. El hotel es un tipo de vivienda unifamiliar libre y rodeada de jardines, burguesa. El templo es el lugar del sermón y la eucaristía. Se trata de un sitio de representación teatral.
Características de la arquitectura
La arquitectura barroca tuvo el objetivo de emocionar y llamar la atención del espectador, por lo que utilizaron lo siguiente:
• El uso de la línea curva, tanto en las estructuras de los edificios como en la decoración.
• Destaca el uso de las columnas salomónicas, que son las que tienen el fuste en espiral, y da una sensación de movilidad.
• La utilización de efectos luminosos en los edificios a través de una gran profusión de entrantes y salientes, es decir, de fachadas con distinta profundidad; y de fronteros rotos, es decir, de fronteros en los que alguno de sus lados no está cerrado.
• La abundancia de decoración y de adornos en las fachadas e interiores.
• La utilización de materiales ricos, especialmente en las Iglesias, para producir una sensación de ostentación.


Escultura
La escultura barroca se caracteriza por su fuerza y su monumentalidad, su movimiento compositivo, su dinamismo, proyectado hacia fuera, sus composiciones diagonales, su expresividad y su tratamiento de la ropa.
Características de la escultura
• Se impuso el realismo en las representaciones, a las que se dotó de rasgos físicos y movimientos naturales. Todos los detalles del cuerpo humano se representaron minuciosamente.
• Las representaciones mostraban un gran patetismo. Se exaltaron los sentimientos y se dio mucha teatralidad a los gestos. Hubo un gran interés por plasmar la psicología de los personajes.
• Las figuras adquirieron gran movilidad, energía y vitalidad. Se hizo muy habitual que éstas se engarzasen unas con otras formando composiciones muy complejas. Se impuso el gusto por lo teatral y las composiciones se pensaban como auténticas escenografías, es decir, como decorado para una representación teatral.
• Se potenciaron los efectos luminosos. Los pliegues de la ropa y los gestos de las figuras provocaban combinaciones de luces y sombras.
• La temática de las esculturas barrocas fue muy variada. En los países católicos eran frecuentes las representaciones religiosas. En todos los casos se desarrollaban los retratos y las escenas mitológicas.






La Piedad representa el momento emotivo del descendimiento de la cruz de Jesús acogido por los brazos de su madre.Es una obra de bulto redondo , es decir que se puede apreciar desde todos los ángulos a pesar de que el punto de vista apreciado es el frontal.

miércoles, 2 de julio de 2008

Francisco de Zurbarán

Francisco de Zurbarán nació el 7 de noviembre de 1598 en Fuente de Cantos, Reino de Sevilla (en la actualidad, la localidad se encuentra en la provincia de Badajoz). Sus padres fueron Luis de Zurbarán, comerciante acomodado, e Isabel Márquez. Otros dos importantes pintores del Siglo de Oro nacerían poco después: Velázquez (1599-1660) y Alonso Cano(1601-1667).

Bartolomé Esteban Murillo

Nació en 1617 en la ciudad de Sevilla. Fue bautizado en la parroquia de Santa María Magdalena de la ciudad de Sevilla. Fue el hermano menor de catorce hermanos. Su padre era un cirujano barbero llamado Gaspar Esteban, siendo por tanto Esteban su primer apellido. Su madre se llamaba María Pérez Murillo, de quien tomó el apellido para firmar su obra, como hizo Velásquez. Al morir sus padres cuando tan sólo tenía 10 años, pasa al cuidado de una de sus hermanas mayores, Ana, casada con un barbero cirujano, Juan Agustín de Lagares, con quien el joven Bartolomé mantendría muy buena relación.

Diego Velásquez

Diego Velásquez nació en Sevilla, Andalucía en el mes de Junio de 1599. Cuando fue un niño, su profesor fue Francisco Pacheco. Velásquez casó la hija de Pacheco, Juana en el año de 1618. Pintó muchos retratos de gente famosa. Muchas personas fueron influenciar por Velásquez. Diego Velásquez murió en la día de 6 Agosto 1660.
Diego nació en la andaluza ciudad de Sevilla y fue bautizado en la Iglesia de San Pedro (hoy existe una placa en el lugar que conmemora el acontecimiento). De madre con orígenes sevillanos y quizá hidalgos, y de padre con orígenes portugueses, su talento afloró a edad muy temprana. A los once años comienza un duro aprendizaje en el taller de Francisco de Herrera el Viejo, un conocido pintor en la Sevilla del siglo XVII. Debido a desavenencias entre tutor y discípulo, éste decidió marcharse al año, pasando a las manos de Francisco Pacheco, pintor de estilo manierista, autor del tratado El arte de la pintura (1649). Transcurrirían siete años (1617) hasta que un joven Velásquez, con dieciocho años cumplidos, se instalase como pintor independiente, tras examinarse en el gremio de pintores de su ciudad natal.
Pacheco ejerció gran influencia sobre Velásquez, ya no sólo pictórica, como es de esperar de un aprendizaje, sino, en mayor grado, cultural y literaria, hecho que no se entiende sin saber que el maestro Pacheco era un gran conocedor, como buen hombre erudito de su época, de la literatura clásica. Sus numerosos contactos e influencias fueron vitales para lograr el ascenso del pintor a la corte española.

martes, 1 de julio de 2008

martes, 20 de mayo de 2008

Tipos de ñiños de la calle


Hay dos tipòs de niños: niños de la calle y niñosen la calle

Alrededor del 60% de los niños de la calle tienen padres que no pueden enviarlos a la escuela, por lo cual mendigan por dinero o por trabajo en las calles haciendo lo que sea, desde lavar las ventanas de los autos, lustrar zapatos, hasta vender comida. En la noche estos niños van a casa con sus familias. Para el otro 40%, su hogar es la calle. Algunos pueden haber sido enviados a la ciudad para ganar dinero, otros se han ido de casa, donde el abuso físico y a veces sexual es la norma. Ninguno de estos niños negocia por la lucha constante parar la supervivencia, buscando alimento y abrigo cada noche. La vida en las calles les ha enseñado a sobrevivir con desconfianza, manipulación y a menudo violencia. Sin ninguna otra salida al abuso y la desesperación, la mayoría de estos niños buscan refugio en las drogas. Las drogas vuelven apenas soportable a una vida insoportable. Quita el hambre, el frió y la soledad. Muchos de los niños empiezan a consumir drogas el primer año de vida en las calles, sin importar la edad. Todos esos niños necesitan intervención inmediata en casi todos los aspectos de su vida. El típico niño de la calle esta sub.-alimentado, atacado por el abuso de sustancias y desesperado por recibir cualquier forma de estabilidad, cuidados y amor. Pronito fue creado para tratar estas necesidades.

domingo, 20 de abril de 2008

¿Que son los chicos de la calle?

Cuando hablamos de los chicos de la calle nos referimos a aquella parte de la población que viven o hacen de la calle su lugar. Ellos se encuentran privados de sus derechos, viven una violación sistemática de sus elementales derechos a la vida y a la inteligencia, a una alimentación saludable, a la salud, a la educación, a la protección y a una vivienda. Estos representan lo más temido en nuestra sociedad, probablemente porque no se los conoce, no saben como se sienten, que desean o por qué están lejos de su familia. Ellos son victimas del maltrato, del abuso tanto físico como emocional y psicológico.

martes, 15 de abril de 2008

Los chicos de la calle, los más desprotegidos

La cantidad de menores que deambulan por la ciudad es cada vez mayor; se calcula que alrededor de 1.500.000 menores trabajan en la Argentina



La presencia de chicos que viven en las calles parece causar indiferencia en varios sectores de la sociedad, donde la situación pasó a formar parte del aspecto cotidiano de la ciudad. La mendicidad, el cirujeo y la venta ambulante son algunas de las actividades diarias que muchos menores practican, solos, juntos con sus pares o acompañados por algún adulto. En la Argentina, a pesar de que no hay cifras exactas, se calcula que alrededor de 1.500.000 chicos trabajan todos los días, según la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, del Ministerio de Trabajo. Empujados por la necesidad de sobrevivir, la cantidad de menores que mendigan por las calles aumentó considerablemente, en particular en algunas zonas, como las estaciones de trenes, subtes, el microcentro porteño y lugares de mayor actividad comercial. En 2003, el Programa de Fortalecimiento del Circuito de Protección Integral contra toda forma de Explotación de Niños y Niñas Menores de 15 años identificó a más de 1200 chicos deambulando por la Ciudad de Buenos Aires, en las zonas de Retiro, Nueva Pompeya, Nuñez, Belgrano, Chacarita y Villa Urquiza. Asistencia Según Unicef, en su publicación Chicas y chicos en problemas, "el trabajo infantil roba al niño un tiempo irremplazable para la educación sistemática en la escuela. Y está ampliamente confirmado que la falta de una educación básica imposibilita el acceso incluso a los puestos más bajos del mercado laboral". Para disminuir el trabajo infantil en las calles de la Ciudad de Buenos Aires y garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos más pequeños, se pusieron en marcha programas de asistencia. Por medio de operadores que brindan atención a los chicos, un centro de día que asiste diariamente a sesenta jóvenes, hogares transitorios, atención judicial y una línea telefónica para realizar consultas y denuncias vinculadas a la problemática de la infancia, se trata de brindar toda la ayuda necesaria a los más desprotegidos.( Ver Programas del Gobierno de la Ciudad ) Por otra parte, un consultorio móvil recorre las calles de la Ciudad brindando asistencia médica a los chicos de la calle. El vehículo, que recorre las zonas donde se encuentran la mayor cantidad de menores en riesgo, está equipado como un consultorio médico y cuenta con pediatras, personal de enfermería y operadores sociales, que atienden a unos quince pacientes por día. Pero este problema social no es sólo una cuestión del ámbito de la Capital Federal, ya que 90% de los chicos que mendigan en la Ciudad provienen de la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, el gobierno bonaerense también implementó acciones relacionados con el tema, como por ejemplo, un servicio telefónico de prevención y orientación, asistencia en las calles, centros de día y hogares convivenciales.( Ver Programas bonaerenses ) "Por chicos con menos calle" Según datos del proyecto regional "Por chicos con menos calle", diseñado por las áreas de Minoridad de los municipios de Tres de Febrero, La Matanza, Morón y Moreno, junto con la Subsecretaría de Minoridad de la provincia de Buenos Aires, la edad de los menores en la vía pública oscila entre los 4 y 17 años, observándose la presencia de grupos de hermanos o jóvenes madres con sus bebes. Muchos provienen de zonas marginadas del conurbano y duermen en las estaciones ferroviarias en "condiciones deplorables". Es en especial preocupante la situación en los distritos por los que atraviesa la línea ferroviaria del oeste de T.B.A. (ex Sarmiento) que une la plaza Miserere, en el barrio porteño de Once, con la localidad bonaerense de Moreno en su tramo urbano, para continuar por línea no electrificada hasta Mercedes.


http://www.lanacion.com.ar/archivo/Nota.asp?nota_id=611332

jueves, 10 de abril de 2008

Refuerzan tareas de prevención a los niños en situación de calle

La Dirección de Minoridad y Familia se encuentra implementando un control sobre los niños en situación de calle. El trabajo se viene realizando desde hace unas semanas y de ello se ocupan 14 personas y ya se esta capacitando capacita a otro grupo.
Los niños en situación de calle se amontonan en las bocacalles de la avenida 3 de Abril. Donde ofrecen estampitas, piden monedas y ahora limpian parabrisas bajo la “coordinación” de algunos jóvenes, que ven en el entusiasmo de los más pequeños la oportunidad de hacer dinero.Ante esta realidad, la Dirección de Minoridad y Familia, realiza un refuerzo en el control habitual sobre los puntos estratégicos donde generalmente se agrupan estos niños.Según precisó Carlos Casella, titular del arca, “esta tarea de control es habitual pero ante la denuncia de que jóvenes se encontraban organizando a los niños, decidimos hacer un refuerzo de esa labor”, explicó. El funcionario manifestó que para este trabajo “se encuentran afectados 12 operadores de calle y dos asistentes sociales” y prosiguió “el trabajo que realiza el cuerpo de operadores es fundamentalmente de identificación de los niños y su realidad”.Los operadores de calle se encuentran trabajando en horarios rotativos durante la mañana y la tarde, en diferentes puntos de la ciudad, donde los vecinos han denunciado la presencia de niños deambulando. En esos lugares se encargan de individualizar a los pequeños y tomar sus datos para luego acudir a sus hogares y tratar sus problemáticas específicas. Algunos son conocidos de los asistentes, ya que sus padres fueron integrados en algunos de los programas de inclusión que la Dirección ofrece para sacar a los chicos de la calle. En estos casos el equipo interdisciplinario se encarga de reencauzar a los niños y de hacer cumplir las exigencias del programa a sus familias.Otros en cambio, han sido dados de baja por tener más de dos años de permanencia en los programas. Pero al perder el beneficio vuelven a las calles, por lo que la solución es reincorporarlos y ajustar las condiciones de permanencia para que no vuelvan a reincidir. En cambio, hay niños que son nuevos en la calle y es a esos chicos a los que hay que identificar para poder ubicar a sus familiares e incorporarlos en algún programa. El objetivo siempre es el mismo: que los niños puedan volver a la escuela y hacer la vida que les corresponde, lejos de la explotación de los adultos y de la calle que sólo le ofrece peligros y vulnerabilidad. En la primera etapa del trabajo, el equipo de operadores de calle realiza tareas de identificación e individualización. Este proceso, generalmente lleva varias semanas de labor y permanencia de los operadores en las calles. La razón es que los chicos habitualmente mienten sobre sus datos filia torios y dirección, además de ofrecer una fuerte resistencia al acercamiento de los trabajadores de Minoridad y Familia.Sólo para ejemplificar, vale mencionar que hace unas semanas se registraron episodios de violencia, en donde los operadores debieron abandonar un sector de la avenida 3 de Abril por la agresiones que generaban los chicos tras ser descubiertos en “tareas” cotidianas.Después de obtener los datos y determinar cuál es la situación particular de cada niño, comienza el trabajo multidisciplinario. Las asistentes sociales concurren a las viviendas de esos niños y comienzan a trabajar con sus familias. Después de una intensa labor, en la que intervienen psicólogos, sociólogos y asistentes sociales se analiza la posibilidad de incluir a las familias en planes sociales que den una solución a la problemática que afecta al niño y a su contexto, se exige que el chico retorne a la escuela.




http://www.diariolarepublica.com.ar/notix/noticia.php?i=141483

miércoles, 9 de abril de 2008

Tedesco responsabiliza a los padres por la violencia de los chicos

El ministro pide que les pongan límites

La seguidilla de episodios de violencia juvenil en las escuelas, incrementada en las últimas horas con nuevos casos en San Isidro, Entre Ríos y Tucumán, enciende una luz de alarma en las aulas. Pero para el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, la raíz del problema no está en los colegios y tampoco en los chicos. La responsabilidad es de los adultos y, principalmente, de los padres, dijo ayer en una entrevista con LA NACION. “¿Dónde aprenden los chicos estas conductas? ¿Quién se las está enseñando? No es la escuela ni son los maestros”, advirtió Tedesco, de 63 años y con larga experiencia en organismos de la Unesco. Fundamentó su opinión en que los chicos conviven en una sociedad con un clima que favorece la permisividad y el hábito de no respetar la norma. “No se le puede transferir a la escuela la responsabilidad de resolver problemas que ella no genera”, afirmó, al describir las imágenes cada vez más frecuentes de chicos que van armados al colegio, grupos que se golpean ferozmente y hasta el caso de un adolescente que acuchilló a un compañero en clase. Los habituales cortes de calles y de rutas, la violencia policial, la discriminación en los boliches y las animaciones de los juegos electrónicos, muchos de los cuales invitan literalmente a eliminar al otro, son el paisaje cotidiano que rodean estos episodios de violencia que se viven en las aulas y en los alrededores de las escuelas. "No hay recetas mágicas", advirtió el ministro de Educación. Pero estimó que para atender el nuevo fenómeno de la violencia en los colegios hay que fortalecer la capacidad de los maestros para detectar síntomas que puedan derivar en episodios de violencia y pedir a los padres que se animen a poner límites. "Los adultos estamos perdiendo nuestra calidad de adultos. Hay un problema en la relación con la juventud. Hoy todos queremos ser jóvenes y la sociedad tiende a perder esa distinción entre joven y adulto", precisó Tedesco, que desde diciembre último integra el gabinete de Cristina Kirchner. -¿Crecieron los episodios de violencia en la escuela? -Es difícil saber si hay un recrudecimiento. En estos días aparecieron muchos fenómenos de violencia escolar, pero tienen características muy diferentes entre sí. Hay una tendencia a poner en una misma categoría episodios propios de violencia escolar, como la agresión de un chico a la maestra, y otros que no lo son, como cuando dos chicos se pelean por una novia a 15 cuadras de distancia del colegio. Hay que hacer distinciones, porque cada caso tiene causas distintas y requieren estrategias diferentes. -¿La situación le preocupa? -Nos preocupa mucho todo lo que está pasando. Pero primero debemos preguntarnos: ¿dónde aprenden los chicos estas conductas? ¿Quién les está enseñando? No es la escuela ni los maestros. No es en la escuela donde se aprende a resolver los conflictos por la vía violenta ni donde se enseñan formas de agresión. Tampoco son los maestros los que enseñan estas cosas -¿Dónde las aprenden? -Hay que comenzar a identificar ámbitos de enseñanza y aprendizaje de esas conductas violentas. Y puede ser desde los medios de comunicación y los jueguitos electrónicos hasta el propio ámbito familiar y el barrio. Son muy frecuentes, en algunos casos, los fenómenos de maltrato infantil. En la escuela se enseña a resolver los problemas en forma pacífica, se practica la convivencia, se enseña a manejar la lengua y el diálogo. Quizá no lo estemos haciendo con la intensidad, profundidad y eficacia que la realidad requiere. -¿Hay fallas en la escuela? -Más que hablar de fallas, tenemos necesidad de incrementar las acciones de prevención de la violencia. Necesitamos fortalecer la capacidad de los maestros para resolver estos problemas. Muchos de ellos no están formados para esta tarea. Tenemos el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas, que atiende cuatro programas, destinados a la convivencia y mediación escolar y a garantizar los derechos de los niños y los adolescentes. -¿Con qué resultados? -Está haciendo estudios, investigaciones. Todos los datos, al igual que otros informes, coinciden en que en su gran mayoría los alumnos viven en la escuela un clima de paz, de convivencia y buenas relaciones. Los fenómenos de violencia más frecuentes son los casos de hostigamiento, mala conducta, agresiones, burlas a un compañero, robos y destrozos de útiles. Los que llegan a situaciones de verdadera violencia son de escasa magnitud. No llegan al 3% de las escuelas del país. -¿Hay registros? -Muchos se basan en los informes que publican los diarios. En la Universidad de San Andrés midieron los episodios que registraron los diarios entre 1997 y 2001 y concluyeron que hubo 108 casos. Es un fenómeno marginal, si se tiene en cuenta que el sistema educativo argentino tiene 42.000 escuelas y millones de alumnos. No hay que crear la sensación de que estamos en un fenómeno masivo de universalización de la violencia. -¿Por qué considera que el tratamiento del tema en los medios es perjudicial? -A veces la excesiva mediatización de estos fenómenos impide un tratamiento educativo y pedagógico del problema. En muchos casos hay afán por salir en los medios. Las situaciones exigen tratar estos temas desde la discreción y el anonimato. -¿En qué falla el Estado y en qué fallan los padres? -No hay que analizar el tema en esos términos. Si hay un padre ausente, más que una falla es un fenómeno social. Si hay una falla es en la prevención, en no detectar anticipadamente síntomas que pueden llevar a fenómenos de violencia. Hay que fortalecer radares, la capacidad de observación y de hacer diagnósticos preventivos. -¿Quiénes son responsables de atender esos síntomas? -En la escuela, los docentes, los directivos, el personal especializado. Desde otro lado, los padres también pueden apreciar conductas en sus hijos que puedan anticipar el fenómeno. A eso suma la necesidad de fortalecer el vínculo escuela-familia. -¿Hoy está deteriorado? -En algunos casos sí está debilitado; en otros, no. Hay contextos sociales y culturales distintos. -¿Los padres se han desentendido de esa tarea? -Hay un problema de los adultos en su relación con los jóvenes. Estamos perdiendo nuestra calidad de adultos. Hoy todos queremos ser jóvenes y se tiende a perder esa distinción entre joven y adulto. -¿Cuál es la consecuencia? -Eso hace que la permisividad, que existe, se convierta en muchos casos en abandono. La permisividad consiste en que yo no me hago cargo del otro. Y a veces hacerse cargo significa decir no. Muchos adultos interpretan que decir no y poner límites es ejercer un nivel de represión y autoritarismo negativo. Y en muchos casos es todo lo contrario. Decir no es un límite de protección, basado en el cariño y en el afecto. -¿Eso es exclusiva responsabilidad de los padres? -Uno lo ve en la TV, en los modelos que muestra. La distinción entre el joven y el adulto no existe. Hay un fenómeno de la juvenilización de la cultura, que no es muy bueno. Afecta a la escuela, la relación del maestro con el alumno, particularmente en los colegios secundarios. -¿Antes la escuela tenía resultados más efectivos? -Había menos problemas y menos necesidad de enseñar estas cosas. Además, ahora todo chico de 3 a 17 años está en la escuela y cualquier cosa que le pase tiene que ver con su condición de estudiante. Muchos de estos fenómenos afectaban antes a chicos que no estaban en la escuela. Hoy los tenemos a todos dentro del aula. -De todos modos, los episodios de violencia escolar se dan en sectores de clase media, que siempre estuvieron incorporados a la escuela. -Efectivamente. El fenómeno no tiene un corte socioeconómico. Afecta a todos. Hace cuarenta años no era un objetivo de la educación el aprender a convivir. Hoy es una fuerte demanda que se hace a la escuela porque la sociedad no encuentra formas de cohesión social. -¿Los maestros están preparados para atender esta problemática? -No podemos generalizar. Algunos sí, otros no. Estamos trabajando activamente en programas de convivencia y mediación escolar para atender este fenómeno nuevo. Debemos trabajar para fortalecer la capacidad de diagnóstico y observación del maestro. Y, a partir de estos casos, el equipo escolar decide los pasos por seguir. A veces se puede requerir la presencia de un profesional o un especialista. -¿Los maestros tienen instrucciones para actuar en estos casos? -Están los códigos de convivencia, que son el marco institucional que rige estos procedimientos. Cuando el Consejo de Convivencia es superado, intervienen el supervisor y la línea jerárquica de cada jurisdicción provincial. -¿Influye en la seguidilla de casos el clima de enfrentamiento que a veces se percibe en la sociedad? -Los chicos aprenden cuando observan, participan y viven experiencias de agresión en la sociedad. No hay mejor radiografía de lo que es la violencia escolar que observar lo que pasa a la salida de una escuela, cuando los padres, los adultos, no respetan abiertamente nada: estacionan en cualquier parte, detienen el tránsito, pasan por encima de cualquiera para retirar a su hijo. Es un ejemplo del clima de falta de respeto a la norma que existe en nuestra sociedad. Y eso enseña mucho más que una clase de convivencia o un manual. Hay un clima general de no respetar la norma. -Es el mismo clima que se vive con las protestas de los piqueteros y el reciente conflicto con el campo. -Por supuesto. Y no es un problema argentino. Los fenómenos de violencia en países desarrollados son de una magnitud que nosotros no conocemos. En Estados Unidos, donde todo el mundo está armado, cada vez que hay problemas de este tipo mueren 15 o 20 chicos. -Pero acá no estamos lejos. Hay casos de alumnos que van a la escuela con armas. -Efectivamente. ¿De dónde salen esas armas? ¿Quién le enseña a ese chico a manejar un arma? No fue la escuela. No fue el maestro. Eso lo aprendió el chico en su casa o en la calle. -Al centrar usted la responsabilidad de los adultos, ¿incluye a los docentes? -Sí, pero a veces el docente es el que está más obligado a jugar el papel de adulto. Y en muchos casos se ha constatado que los padres prefieren aliarse con sus hijos en contra de los docentes. Cada vez que un maestro se pone más exigente y trata de cumplir con su papel de un modo más estricto se produce este nuevo fenómeno, contrario a lo que ocurría en el pasado, cuando había una alianza entre la escuela y la familia. -¿El Estado actúa en esos casos para respaldar al docente o en los últimos años se ha relajado esa conducta? -El Estado siempre ha respaldado posturas que se basan en un criterio educativo. Recientemente, cuando la directora de una escuela de La Plata sancionó con tres días de suspensión a un chico y hubo una especie de clamor de la comunidad para que lo expulsaran, nosotros actuamos. Y estamos para educar. Nuestra función es educar, y si yo lo expulso pierdo la posibilidad de educar. No quiere decir que no tiene que haber sanciones. Pero la sanción es una etapa de un proceso educativo. No puede ser la etapa final, en la que sanciono al alumno, lo echo y se acabó. Salvando las distancias, es como si un hospital decide expulsar a un paciente que resiste un tratamiento porque no lo puede curar. La escuela tiene que agotar todas las instancias. Puede decidir ponerlo en otro lugar o tomar la medida que aconseje la situación. Pero de ningún modo llevar al extremo de romper el vínculo, porque ahí ya no puedo seguir cumpliendo con la misión educativa. -¿Qué medidas concretas hay que instrumentar para detener la creciente ola de episodios de violencia? -A mediano y largo plazo debemos fortalecer la enseñanza de la lengua. La escuela tiene que aumentar significativamente las experiencias que favorecen el diálogo. Para dialogar hay que manejar el lenguaje. Yo puedo expresar lo que siento a través del lenguaje. Hay una asociación muy fuerte entre violencia y lenguaje. Cuando el uso del lenguaje se agota se apela a la acción directa. Hay que favorecer las conductas de diálogo, que son la mejor manera de resolver los conflictos por vías no violentas. Conflictos va a haber y habrá siempre. Eso forma parte de la naturaleza humana y las relaciones sociales. Lo que debemos evitar es que el conflicto termine en agresión, en querer eliminar al otro. Por eso es muy importante que la escuela coloque la idea de aprender a vivir juntos como pilar fundamental de su trabajo. Hoy es más necesario que nunca.

Por Mariano de Vedia De la Redacción de LA NACION


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Documental los chicos de la calle piden la palabra

Por Oscar RanzaniRelatos de vida cotidiana apretados en un vagón de la estación Haedo. Los que hablan son chicos que tienen entre 10 y 20 años de edad y cuentan cómo es eso de vivir en la calle. Dialogan entre ellos, se conocen más a través del ojo de una cámara. Porque viven juntos pero algunos desconocen cómo llegaron sus compañeros a esos vagones abandonados, del otro lado de la vía. Del lado que la sociedad los colocó. Sus historias están atravesadas por malas experiencias con la policía que les dejaron rastros de “sargento” en sus cuerpos o por sus primeros acercamientos a las drogas. Pero también por la necesidad de ser considerados como lo que son: seres humanos. ¿Cómo es la vida de los chicos en situación de calle? Este es el primer interrogante que propone responder Los nadies, un documental de los jóvenes cineastas Ramiro García y Sheila Pérez Giménez, (directores de El tren blanco, sobre la vida de un grupo de cartoneros) que se puede ver todos los jueves de septiembre a las 21 en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543). El film resultó ganador del Concurso “Películas Documentales” organizado por el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Los realizadores, el trabajador social Alejo García y un grupo de jóvenes con iniciativa social se embarcaron en este proyecto que tiene una característica peculiar: los protagonistas de la historia no solo hablan mirando a cámara sino que se la calzan al hombro y filman sus propias vidas. “Hicimos con ellos una capacitación muy básica basada en algunos encuadres y cómo aprender a grabar y a cortar”, explica Ramiro García. –¿Por qué decidieron que los chicos también filmaran?Ramiro García: –Esa era la base de nuestro proyecto. Darles la cámara significaba que ellos mismos demostrasen cambiar la imagen que tienen de pibes que afanan o cosas así y que pudiesen contar su historia, filmarla y usar los micrófonos. Además, el rodaje también servía para que se conocieran las historias entre los propios compañeros. Porque, a veces, no saben cómo ese amigo llegó a la calle. La idea con las cámaras era que fueran charlas entre ellos, con preguntas nuestras y de ellos también. Sheila Pérez Giménez: –Para nosotros darles las cámaras era un poco romper el lenguaje y ver qué pasaba con eso también. Es acercarles el cine no solo como espectadores sino como una forma de participación. –¿La película apunta a sensibilizar a la gente que los margina?Alejo García: –Como trabajador social pienso que es muy importante el aporte que se hace a esta construcción de un imaginario colectivo diferente a este lugar del pibe chorro que hoy bajan los medios. Se intenta bajar la edad de imputabilidad de los chicos y establecer que todos los chicos de los barrios son delincuentes. –¿Cómo llegaron a concretar el proyecto?S.P.G.: –Nosotros le propusimos a Alejo hacer un taller dentro del Centro de Día que coordinaba. Hicimos un corto de quince minutos que se presentó en el Festival “Hacelo Corto” del gobierno de la Ciudad y obtuvo una mención. A partir de ahí surgió la idea de hacer este documental.–¿En qué aspectos estos chicos eran representativos de la historia que pretendían contar?R.G.: –Queríamos mostrar un poco el recorrido que tiene un pibe cuando llega a la calle. En el documental empezamos con los más grandes contando las cosas que les pasan y después con los más chicos porque la idea era mostrar por qué llegan a la calle.